Las medidas que tomaba Amazon para controlar a sus repartidores podían parecer un poco estrictas, incluyendo el uso de un dispositivo para rastrear las rutas de sus conductores y haciéndoles usar una aplicación para subir fotos diarias del inicio de su jornada. Sin embargo, el mes pasado añadió una nueva medida que ha irritado a más de un trabajador. La cuestión fue planteada por un antiguo conductor de reparto que decidió dejar su trabajo a causa de la nueva política de cámaras inteligentes.
Un sistema de vigilancia considerado excesivo
El viernes 19 de marzo, la Fundación Thomson Reuters publicó un informe sobre una entrevista con un conductor de Amazon en el estado norteamericano de Denver, que consideraba excesiva la vigilancia que la empresa ejercía sobre él en el marco de su trabajo como conductor. El hombre identificado como Vic, para protegerse de posibles represalias, era conductor de paquetería de la empresa desde 2019 y, tras el consiguiente cambio en las políticas de vigilancia, se sintió abrumado por las citadas medidas.
La fundación afirma entonces que en febrero, Amazon anunció un nuevo cambio de política, dando a sus conductores tiempo para considerar si aceptarían los protocolos de seguimiento propuestos. Fue entonces cuando Vic, al acercarse la fecha límite, dio el preaviso y decidió rescindir su contrato con Amazon. Desde su punto de vista, considera que se trata de una violación de la intimidad y que la empresa ha cometido un abuso de confianza.
Declaración de Amazon ante las reclamaciones contra sus cámaras
El sistema de inteligencia artificial Diveri no es una cámara en directo, sino un dispositivo programado para analizar el lenguaje corporal y emitir alertas verbales automatizadas cuando se detecta una infracción como no llevar el cinturón de seguridad, pero las cámaras se activan en cuanto se infringe alguna de estas normas básicas. En este sentido, Amazon ha afirmado que busca garantizar la seguridad de los conductores mientras están en la carretera.